Considerando que Chihuahua es una región árida con un clima extremo, se
buscó dotar a la vivienda del máximo confort mediante el uso de sistemas y
tecnologías que favorecen tanto la climatización como el ahorro de energía. La
concepción formal de la casa se basa en un contenedor de concreto que alberga
una valiosa colección de obras de arte de primer nivel, creando un ambiente
único donde la arquitectura se presenta como atemporal y universal. Los
espacios son abiertos y se caracterizan por sus generosas alturas y una
abundante entrada de luz natural, elementos que, junto con los pavimentos
oscuros de cerámica y la madera de nogal utilizada en el mobiliario y
carpinterías, logran una atmósfera cálida y acogedora.
La distribución de la vivienda es funcional y fluida, con una sala-comedor y
una cocina abierta que se conectan con un jardín exterior a través de los
costados. En la parte posterior de la casa, se encuentra un área de doble
altura, donde la estancia y la sala comparten una misma configuración, mientras
que las dos habitaciones ofrecen vistas excepcionales hacia la ciudad. Además,
desde la terraza-azotea se puede disfrutar de una panorámica impresionante de
la ciudad de Chihuahua, completando la experiencia visual y sensorial del
proyecto.
FOTOGRAFÍA: RAÚL VILLALOBOS
CHIHUAHUA,
CHIHUAHUA,
MÉXICO
2014
251M²